Después de una temporada sin poder salir de casa, cuando los niños por fin pueden ir a dar un paseo, pueden tener sensaciones diferentes. Muchos lo pueden considerar un gran alivio, sin embargo otros pueden desarrollar miedo a salir de casa. A este temor o angustia a salir a la calle tras un aislamiento o un confinamiento (o tras un largo periodo sin poder salir de casa por causa de una enfermedad, por ejemplo) se le ha denominado síndrome de la cabaña, pero ¿puede afectar también a los niños?
Categoría Miedos
Los niños pasan por varias etapas evolutivas durante el proceso de crecimiento y durante este proceso de van desarrollando distinto tipo de emociones de las que aprender. Una de las emociones que esta más presente a lo largo de la vida es el tan conocido MIEDO. No saber gestionarlo adecuadamente puede hacer daño e influir en la forma de relacionarse y ser feliz del niño.
Después de una temporada sin poder salir de casa, cuando los niños por fin pueden ir a dar un paseo, pueden tener sensaciones diferentes. Muchos lo pueden considerar un gran alivio, sin embargo otros pueden desarrollar miedo a salir de casa. A este temor o angustia a salir a la calle tras un aislamiento o un confinamiento (o tras un largo periodo sin poder salir de casa por causa de una enfermedad, por ejemplo) se le ha denominado síndrome de la cabaña, pero ¿puede afectar también a los niños?
El miedo es una emoción que no entiende de edades. Tanto niños como mayores sentimos miedo por algo: ellos, quizás a cosas como estar solos en casa o a la oscuridad, y los mayores, a fracasar en el trabajo o, a ser malos padres. ¿Cómo ayudar a los niños a hacer frente a sus miedos? ¿Cómo conseguir que nuestros temores no afecten a su desarrollo y personalidad?
Es tan importante saber lo qué hacer cuando los niños sienten miedo como lo que no se debe hacer. Miedo de salir a la calle, miedo de dormir solo, miedo de la oscuridad, a los extraños... son muchas las situaciones que provocan miedos a los niños. Para que los niños superen sus miedos, la actitud de los padres es esencial.