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La falta de tiempo, el uso masivo de las nuevas tecnologías y la gran oferta de productos manufacturados, están cambiando la dieta alimentaria de los niños. Hay menos calidad y más rapidez a la hora de comer. Según un experto en dieta atlántica, el consumo de chucherías o de bebidas azucaradas puede hacer con que los niños aumenten unos 4 kilos de peso al año.
Es necesario recordar que el sobrepeso puede favorecer a la aparición de enfermedades cardiovasculares y otras, como también dañar a las articulaciones y otros órganos debido a la acumulación de grasa.
La obesidad infantil parece no tener frenos. El consumo de gominolas en muchos niños ya es un vicio que pasa factura. Una cosa es que ellos coman alguna gominola en una fiesta de cumpleaños o en otra ocasión especial. Otra cosa es que la consuman todos los días. Y no se trata sólo de chucherías. Rafael Tojo, experto en dieta atlántica, advierte que el consumo diario de zumos o de cualquier otra bebida azucarada también incrementa el peso de los niños. Según él, hace falta un ritmo estable y equilibrado a la hora de preparar las comidas.
La buena alimentación consiste en un desayuno completo y adecuado, y en una dieta a base de productos frescos de temporada de origen vegetal, como es el caso de las frutas y las verduras. Aparte de los vegetales, es recomendable que se consuma más pescado (sobretodo el azul), productos lácteos, cereales, y se beba más agua. Se debe limitar los alimentos ricos en grasa, sobre todo las saturadas que están en el azúcar y en la sal.
El jefe del servicio de Pediatría del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago, Rafael Tojo, llama la atención para la importancia de la práctica de una actividad física, y limitar el acceso de los niños a la televisión y al ordenador. Y si posible, seguir la dieta Mediterranea. De hecho, recientemente, los resultados de un estudio revelarón que en España, 1 de cada 4 niños presenta sobrepeso, entre 3 y 5 años de edad.
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