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Desde Asia, pasando por Europa hasta llegar a África. Hay infinidad de tradiciones y costumbres con respecto al cuidado y la protección de los bebés que curiosamente se pueden parecer en unas y otras regiones del mundo. ¿Conoces alguna de ellas? Aquí tienes las más tradiciones más populares que tienen como objetivo proteger al bebé de la mala muerte.
En todos los países y culturas hay diferencias creencias, costumbres y ritos en torno a los bebés, su nacimiento y su crianza. Muchas son similares entre sí, otras pueden impresionar a los que no pertenecen a esa cultura en concreto que practica determinada tradición, pero todas tienen un objetivo común, proteger al bebé.
Y es que nuestro instinto de protección se ha desarrollado culturalmente de diferentes maneras, a lo largo de siglos de aprendizaje conformando singulares tradiciones establecidas en las diferentes culturas de todo el mundo. ¿Quieres conocerlas?
Para los japoneses, el colecho es lo más normal del mundo. De hecho, los hijos e hijas suelen dormir con sus padres gran parte de su niñez, hasta que el pequeño o pequeña decida tener más privacidad. Es más, a partir de los 5 años, si hay abuelos en el hogar, se considera una señal de respeto que duerman con ellos.
En realidad, a pesar de que en Europa apenas se está empezando a hablar de ello, el colecho es una práctica muy extendida en el mundo. Por ejemplo, en la mayoría de los países de América Latina se practica de forma habitual. La razón es que se considera que dormir con los bebés es una manera natural de protección hacia el mismo.
Es mundialmente conocido el regalo que el gobierno hace a las mujeres embarazadas en Finlandia: una caja de cartón llena de objetos necesarios para la crianza del bebé los primeros meses. Cremas, pañales, ropita y mantas, todo de buena calidad, van incluidas en la caja.
Pero lo más llamativo es que la caja de cartón cuenta con un colchón en su fondo, ya que esta sirve como la primera cunita del bebé. Estas cajas se han convertido en una tradición en el país nórdico, que desde los años 30 del siglo XX, comenzaron a distribuirse a todos los hogares nórdicos para contrarrestar la mortalidad infantil.
La razón de la caja es que el colecho era habitual entre las familias nórdicas, y las recomendaciones gubernamentales en ese momento solicitaron que el bebé durmiera separado de los papás, ya que se consideraba más seguro para el mismo.
En algunas regiones mexicanas se considera que hay personas que son capaces de 'echar ojo' a los bebés simplemente con su mirada. Existe la creencia de que son personas que emanan mucho calor, mucha energía negativa, tanto que los bebés pueden llegar a absorberla, razón por la cual acaban teniendo episodios graves de llanto sin control.
Para protegerlos, se les suele poner una pulsera de ámbar o un listón rojo cuando salen a la calle o van a tener contacto con otras personas, pero si esto no funciona, se le pasa un huevo untado en un ungüento de ruda y/o albahaca por todo el cuerpo para quitarle el mal de ojo.
Quizás lo del huevo sea un aspecto solo mexicano, pero en todo este ritual hay un aspecto común en varias culturas: en muchos países, desde América a Asia, se considera que el rojo es símbolo de protección para los bebés, por lo que es normal que se les ponga una cinta roja o similar.
Aunque es común que muchos padres afeiten la cabeza de sus bebés porque piensan que así les crecerá más fuerte el pelo, en la India es una tradición. Los hindúes que viven en el país asiático afeitan la cabeza de los recién nacidos para eliminar la mala suerte acumulada en el karma de vidas pasadas. En otros países también hay tradiciones y rituales en torno al afeitado de la cabeza de los bebés, como en Malasia, donde se hace un ritual de afeitado con limas kafir para averiguar cómo será el comportamiento del bebé en su vida.
En Irlanda existe la tradición de guardar un trozo de la tarta de bodas hasta que la pareja tenga un bebé. Sí, incluso si pasan años y años. En el bautizo del esperado bebé, se espolvorea un poco de pastel sobre la frente del bebé para que le traiga buena suerte.
Existe una tradición en el pueblo del Castrillo, en Burgos, en la cual se bendice a los bebés nacidos en el último año. En esta singular tradición, hombres vestidos de diablo saltan sobre los bebés para liberarlos del pecado original y asegurarse de que tendrán una vida segura. Curiosamente, hay una creencia en Chiapas, México, por la que se considera que las mujeres reglando pueden dar 'calor' a los bebés. Por tanto, cuando una mujer que tiene la menstruación visita a un bebé, debe saltar por encima del mismo haciendo el símbolo de una cruz.
Una tradición muy curiosa con respecto al cuidado de los niños es la del país africano. En la tribu Songo, de Angola del norte, los padres crían a sus hijos hasta los 5 o 6 años de edad, momento en el cual pasan al cuidado de los tíos por parte de madre. La razón es que la posición de los jefes se hereda por parte del linaje materno.
En algunos países de Europa se está recuperando el porteo, pero en realidad esta es una costumbre ancestral en casi todas las regiones del mundo. Por poner un ejemplo, en los Andes, se lleva a los bebés en una manta pegada al cuerpo, fajados de pies a cabeza.
Aunque el tema de vendar a los bebés pueda parecer una costumbre algo tosca, en realidad en España y otros países europeos era algo muy común hasta bien entrado el siglo pasado. Curiosamente, en el caso de los habitantes de los Andes, algunos estudios consideran que este vendaje especial protege a los bebés del estrés de las condiciones climáticas extremas como el frío o la altitud. En todo caso, lo que nos interesa resaltar es el porteo, una tradición natural en la mayoría de los países americanos, desde el sur al norte, y en muchos países asiáticos y africanos.
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