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Cada vez es más frecuente el uso de libros electrónicos en las aulas y, también, en las casas. Aunque también es cierto que todavía hay mucho rechazo a relegar al libro tradicional al cajón desastre frente al ebook. Nuevos estudios hablan de que los libros electrónicos pueden ayudar a los niños a aprender a leer más rápido y, sobre todo, a mejor la compresión lectora de lo que se lee. ¿Cómo puede ser esto? ¡Te lo cuento a continuación!
Un estudio publicado en la revista científica Developmental Psychology concluye que los niños recuerdan mejor los libros electrónicos animados interactivos que las versiones tradicionales de lectura. Esta investigación sugiere que los libros electrónicos podrían contribuir al mejor aprendizaje de la lectura y, más en concreto, a la comprensión de la misma.
El experimento se realizó con un total de 90 niños de 3 a 5 años. Se llevaron a cabo tres experimentos, ofreciéndoles a los niños un e-book interactivo y tres diferentes libros tradicionales: un libro en pizarra, un libro en papel animado y un libro electrónico estático animado (similar a un kindle).
El libro electrónico acompañaba la lectura de los niños con música y afirmaciones positivas cada vez que un niño leía bien una palabra. La investigación concretó que el uso del e-book interactivo aumentó significativamente la atención y el recuerdo de los niños.
La investigación no pretende establecer qué tipo de libro es mejor o peor, sino entender cómo los libros electrónicos pueden ayudar a mejorar la comprensión lectora. De hecho, como conclusión, los investigadores consideran que los libros electrónicos animados pueden ser especialmente útiles en niños con 'una regulación de la atención menos desarrollada'.
El mismo Erik Thiessen, profesor de psicología en la Carnegie Mellon University y uno de los coautores del estudio, reconoce en una entrevista para MIT Technology Review que 'si bien nuestro libro electrónico es útil, probablemente sea menos útil que interactuar con un humano'. Y es que parece que la misma investigación sugirió que los libros electrónicos estaban causando una guerra territorial entre padres e hijos.
Thiessen considera que todavía los libros electrónicos tienen que desarrollarse para evitar los focos de distracción, como botones emergentes o minijuegos. Así, reitera a esta fuente, los padres que interactúan de manera constante con sus hijos con libros tradicionales dan lugar a lectores más fuertes.
Está claro que los libros electrónicos han llegado para quedarse, y es que se empiezan a visualizar las ventajas que aportan frente a la lectura tradicional. Poco a poco, sus costes están bajando, por lo que podrían convertirse en una herramienta útil en bibliotecas públicas y escuelas. Además, por supuesto, el ahorro de papel que suponen es un granito de arena más al cuidado del medio ambiente.
Como padres, esta investigación nos puede ayudar a confiar más en la eficacia de este tipo de libros, aunque aún es pronto para dar el salto completamente a ellos. Por eso, es importante que tratemos de afianzar nuestro compromiso con nuestros niños para que se conviertan en lectores apasionados capaces de comprender el lenguaje humano.
Parece que un libro electrónico puede ayudarte a que tus hijos presten más atención a la lectura, pero por supuesto no es la única herramienta que podemos emplear para que se aficionen a ella. Te damos algunas ideas:
- Da ejemplo
Si tus hijos te ven leer, ellos sentirán curiosidad por lo que tanto te gusta hacer. Es la premisa fundamental para que tus hijos lean.
- Propón algún juego tras el cuento
Puedes ayudar a tu hijo a leer algún cuento o, si ya es más autónomo, pedirle que lo lea solo. Después, podéis organizar alguna actividad divertida en torno a ese cuento. Por ejemplo, una pequeña actuación con los personajes del mismo.
- Establece un tiempo de lectura en familia
Cada miembro se siente a leer su cuento o libro favorito.
- Leed juntos y en voz alta
De esta manera, la lectura se convertirá en un pasatiempo junto a mamá o papá.
- No restrinjas sus gustos en la lectura
No se trata de que lea un cuento o libro determinado, sino de que aprenda a disfrutar de la lectura. Si tu hijo o hija prefiere leer una revista de motos a un libro, permíteselo. Eso sí, siempre y cuando sean adecuados a su edad.
- Llévale a la biblioteca
Deja que escoja el cuento que más le llame la atención y permítele tiempo para hojear varios antes de escoger. También es bueno, como dice el estudio llevado a cabo por la Universidad Internacional de la Rioja sobre cómo motivar e incentivar la lectura en los alumnos de segundo de primaria, que dentro de los propios centros educativos haya una biblioteca y que los estudiantes puedan acceder a ella libremente.
- Si aún no sabe leer, déjale que imagine que lo hace
Consiente que tome un libro, lo abra y se invente lo que dice. Esto ayuda a fomentar su imaginación.
- No fuerces, incentiva
Si al niño no le gusta leer, no tienes que forzarlo a que lo haga, pero sí puedes incentivarlo: 'Si lees quince minutos, después podemos ir al parque juntos'. Eso sí, si aun así no acepta el incentivo, no te enojes, simplemente ten paciencia y vuelve a incentivarle en otra ocasión.
- No corrijas constantemente
Cuando leáis en alto juntos, limita las correcciones a una o dos palabras por día. Deja que se equivoque, poco a poco irá aprendiendo. Si le corriges demasiado, podría desanimarse.
- Deja los libros a mano
Los niños necesitan poder localizar fácilmente los libros. Si están en un estante en lo alto de la habitación, nunca se fijarán en ellos.
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