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Hace tiempo que los científicos saben que el humor ayuda a los niños a mejorar algunas de sus capacidades cognitivas, como la atención, la percepción, la motivación y la memoria, todas ellas implicadas en el proceso del aprendizaje. Y es que son tantos los beneficios de la risa que un reciente estudio ha llegado a asegurar que los bebés aprenden más rápido cuando ríen.
Un estudio científico ha demostrado que cuando los bebés ríen, son capaces de aprender mucho más rápido. El estudio, publicado en Cognition and Emotion del grupo Taylor & Francis, se realizó con 53 bebés de 18 meses. Se dividió a los bebés en dos grupos, uno grupo de demostración humorístico y un grupo de control. En el experimento, un adulto usaba una herramienta compleja para recuperar el juguete, pero en el grupo humorístico el adulto lo arrojaba de forma chistosa para lograr la risa de los bebés.
El resultado fue definitivo. Los bebés que se rieron reprodujeron las acciones de aprendizaje de forma mucho más frecuente que los bebés que no se rieron y los del grupo de control. Gracias al humor, los bebés aprendieron de manera sencilla cómo lograr utilizar la herramienta para alcanzar el juguete. Para aquellos niños que no se rieron y los niños del grupo de control, aprenderlo fue un proceso más lento y dificultoso.
Este es el primer estudio que aborda el humor en los bebés y los resultados ayudan a comprender mejor el valor de la risa. La diversión es, por tanto, un pilar necesario para el aprendizaje infantil, por lo que es muy necesario tener siempre presente el humor cuando tratemos con los más pequeños.
La risa nos aporta muchísimos beneficios, tanto para los adultos como para los más pequeños. Y esos beneficios son tanto físicos como psicológicos:
- Ayuda a liberar tensiones, gracias a la producción de endorfinas, las hormonas encargadas de aliviar el dolor en nuestro organismo y que a la vez proporcionan sensación de bienestar.
- Se considera también que la risa ayuda a mejorar el sistema inmunológico, que fortalece el corazón, reduce la presión arterial, disminuye el insomnio e incluso mejora la respiración y alivia la congestión nasal.
- La risa mejora las relaciones sociales y la capacidad de socializar. De hecho, se ha investigado que los niños risueños suelen ser más sociables y estar dispuestos a imitar las acciones de los que tienen a su alrededor.
- Además, ayuda de forma saludable a un mejor aprendizaje y fomenta la memoria y la atención de los más pequeños gracias a que ayuda a oxigenar el cerebro.
En definitiva, todo son ventajas si nos reímos, por lo que hacer reír a nuestros hijos es uno de los actos más importantes que podemos hacer como padres.
Parece ser que los bebés son capaces de sonreír estando en el vientre de su madre, pero no es hasta unos meses después, alrededor de los 3 o 4 meses, cuando los bebés comienzan a sonreír más marcadamente mientras 'hablan'. Entre los 4 y 5 meses, los bebés empiezan a reírse a carcajadas. Según explican en la Guía práctica para padres desde el nacimiento hasta los tres años, publicado por la Asociación Española de Pediatría, a los cuatro meses el niño comienza a dedicar sonrisas a los padres e, incluso, sonríe y habla consigo mismo.
Sí, es en ese momento cuando es más fácil hacerlos reír con las monerías que los papás y las personas de su entorno les hacen. Y es que se sabe que la risa es una manifestación de la interacción social, por lo que es importantísima para el desarrollo de los bebés.
El profesor de psicología Caspar Addyman ha investigado las maneras de hacer reír a los bebés. En una de sus investigaciones participaron 1400 padres de 25 países diferentes, que dieron pistas de aquellas cosas que hacen reír a un bebé. ¿Quieres conocerlas?
1. Haciendo cosquillas
Hacerle cosquillitas a un bebé es la manera más fácil y primaria de hacerles reír, ya que tiene que ver con nuestra biología animal. Según Addyman, el tacto es, por tanto, la manera más eficaz de hacer que tu bebé se ría a carcajadas.
2. Durante el baño
Para muchos bebés, el momento del baño es el mejor del día, no solo porque les relaja y mantienen toda la atención de mamá y/o papá, sino porque pueden patalear en el agua, algo que les causa infinitas risas.
3. Jugando al cucú, ¡tras!
El famoso juego de taparse la cara con las manos y aparecer de repente ante los ojos del bebé es infalible. Para los bebés supone una sorpresa constante, por lo que puedes estar horas y horas con el juego sin que ellos dejen de reírse por un momento.
4. Mirarse al espejo
A muchos bebés mirarse al espejo les provoca una risa incontrolable. En realidad, no se trata de que puedan reconocerse en él, sino de que vean a alguien que imita a la perfección sus gestos, ¡lo que les mata de risa!
5. A través de juguetes sonoros
Los sonajeros, cascabeles, panderetas y cualquier juguete que haga un ruido repetitivo es divertido para los bebés. Si no tienes uno a mano, puedes improvisar dando palmas, haciendo ruido con una botella y un palo o lo que se te ocurra.
6. Con peluches
Según Addyman, cualquier cosa que sea absurda hace reír a los bebés (como ocurre con los adultos) Por eso, los peluches de animales sin vida les provoca mucha risa, ya que no tienen ningún sentido. Mucho más si los acompañamos con una vocecita graciosa, como si el peluche hablara. Para ellos, es lo más.
7. Utilizando caritas
A las propuestas de este estudio queremos añadir las caritas. Sí, esas caras divertidas que hacemos los adultos y que se encuentran con la mirada del bebé suele provocarles mucha risa. Y si van acompañadas de sonidos diferentes y chistosos, ¡mucho más!
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