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Los padres solemos tener mucho miedo de que los niños lleguen a la adolescencia porque se volverán rebeldes, respondones y una montaña rusa de emociones. Pero, queridos papás y mamás, os tenemos que contar algo que podría no gustaros demasiado: para el momento en el que tu hijo ya sea una adolescente, habréis pasado por varios momentos de crisis madurativas que no tienen nada que envidiar a la adolescencia...
¡Tranquilidad! ¡Que no cunda el pánico! Todos pasamos por ellas, y mejor o peor, todos las superamos. Solo debemos tener en cuenta algunos de los consejos que te damos a continuación... y recordar que la crianza basada en el amor y el respeto suele ayudarnos a construir una mejor relación con nuestros hijos. A continuación hablamos sobre la crisis de los 2 años, la de los 7 años, la de la pubertad y la adolescencia... ¡Suerte en cada una de ellas!
¡Qué rápido crecen nuestros bebés! Cuando menos nos lo esperamos, ya están soplando las velas de su segundo cumpleaños. ¡Qué adorables son! Adorables... hasta que empiezan con las rabietas, los gritos, los 'no' constantes... Estamos ante la crisis de los 2 años de los niños, los conocidos también como terribles 2 años o la aDOSlescencia. Y es que alrededor de los 2 años (si bien hay pequeños que comienzan un poco antes y la terminan después de esta edad), pasan por un momento 'de crisis'.
- Características de la crisis de los 2 años en los niños
¿Por qué a los 2 años los niños están más testarudos que nunca? Los pequeñines ya han dejado de ser bebés: ya pueden andar, empiezan a hablar... ¡pueden descubrir el mundo que les rodea! Y, por supuesto, no quieren tener a un adulto que vaya detrás de ellos para decirles que no pueden correr en ese lugar, que no pueden tocar eso porque es peligroso o que no pueden llevarse a casa todo lo que ven en la tienda... Los niños de 2 años están comenzando a gestar aquello que les gusta y aquello que son, y nos lo quieren hacer ver.
Y es en este momento en el que empiezan a tener rabietas, nos dejan claro a través de sus protestas qué quieren y qué no, reclaman más independencia mediante sus quejas, tienen una visión un tanto egocéntrica del mundo que les rodea...
- Consejos para padres de niños de 2 años
Ante esta pequeña gran crisis de los 2 años, los padres debemos establecer límites y normas de forma respetuosa y cariñosa, pero con firmeza. Dado que son pequeños, es importante que les demos a conocer estas reglas de una forma clara, para que las comprendan. Los hábitos y las rutinas también son importantes en esta corta edad, ya que enseñan a los niños y les aportan seguridad. Recuerda: la empatía y la paciencia son las mejores cualidades que un padre de un niño de 2 años puede tener.
Una vez superada la crisis de los 2 años, pensábamos que no íbamos a tener que enfrentarnos a ninguno de estos otros momentos peliagudos hasta la adolescencia pero... ¡ERROR! Aquí está la crisis de los 7 años para recordarte que tu hijo está creciendo y está construyendo su propia identidad y personalidad. No te preocupes ni te desesperes demasiado; igual que pasaste por la crisis de los 2 años, sobrevivirás a la crisis de los 7 años.
- ¿En qué consiste la crisis de los 7 años en los niños?
Esta crisis, que suele producirse a los 7 años, pero que puede adelantarse a los 6 o retrasarse a los 8 porque cada niño es un mundo, se produce porque tu hijo está reivindicando su 'yo'. A esta edad, los niños han expandido sus posibilidades de desarrollo físico, pero también de su pensamiento. Quieren más y más libertad y expresan su necesidad de encontrar un lugar en el mundo. Además, ya tienen las posibilidades más amplias a nivel social y de lenguaje que antes.
Es habitual que se rebelen contra las normas que les habíamos puesto hasta el momento. Y a veces, lo hacen mostrando su rabia y enfado diciendo palabras malsonantes o insultos. Se trata de un momento en el que los sentimientos están a flor de piel, por lo que tan pronto están felices como se enfadan y no quieren saber de nadie.
- ¿Y qué hacemos los padres?
Es nuestra tarea como padres acompañar a los niños en este momento de crisis para ayudarles a comprender mejor qué les está ocurriendo. Para ello, es importante que mantengamos los límites y las normas que les habíamos puesto, si bien es necesario adaptarlas a su edad. Lo mismo ocurre con los hábitos y las rutinas. Es posible que quieran romper con todas ellas, es parte de la conducta típica en esta crisis madurativa, sin embargo, debemos ser constantes pero, sobre todo, coherentes con nuestra forma de educarles. La clave está en empatizar con ellos y escuchar todo lo que necesiten.
Pues sí, así es: todavía hay una pequeña gran crisis antes de la llegada oficial de la adolescencia. Hablamos de la crisis de la pubertad, que se suele dar entre los 9 y los 12 años. Esta se produce porque los niños, cada vez son menos niños, sin embargo todavía no son adultos. Están en un momento de transición en el que tanto emocional como físicamente se producen muchos cambios.
- Así es la crisis de la pubertad en los niños
Los amigos (y lo que ellos piensen) es más importante que nunca, empiezan a surgir los complejos, los niños vuelven a cambiar de estado de ánimo en un minuto (de la más absoluta felicidad a la tristeza o enfado), quieren más y más autonomía... No podemos olvidar que en esta etapa los niños están pasando por un momento de cambio hormonal.
- ¿Qué pueden hacer los padres?
En un momento de crisis como este, los niños se sienten un poco confundidos por todo lo que están sintiendo, por eso necesitan que sus padres les acompañen y les guíen. Nosotros debemos recordar que, para serles realmente útiles, debemos ser respetuosos y cariñosos con sus necesidades pero, sobre todo, debemos ser empáticos y tratar de comprender cómo se sienten.
Evitar los sermones y escucharles, así como fomentar el diálogo con ellos mientras proponemos límites y hábitos, son las claves para ayudar a los niños en la crisis de la pubertad.
Entre los 14 y los 16 años, nuestros hijos pueden pasar por lo que se conoce como la crisis de la adolescencia. A veces, incluso, puede suceder que esta y la crisis de la pubertad se solapen. Los pequeños de la familia (que en realidad ya no son tan pequeños) pasan por un momento vital para su desarrollo, ya que están sentando las bases de los adultos en los que se convertirán. Es por ello que buscan su personalidad, pero también el lugar en el que mejor encajan.
- Las claves de la crisis de la adolescencia
En este momento, más que nunca, nuestros hijos están dejando atrás el niño que fueron y poco a poco van tomando las nuevas responsabilidades y exigencias de la vida adulta. Se encuentran en un momento crucial en el que construyen su identidad personal, pero también su identidad social. Y es por este motivo por el que las relaciones con sus iguales se vuelven tan importantes para ellos. Es por ello que la pertenencia a un grupo se vuelve un objetivo principal en su día a día.
Se fijan mucho en su imagen corporal, en lo que les gusta y en lo que no, y también desarrollan otros miedos como el miedo a fracasar. Cada vez su carácter es más reflexivo y exigen más tiempo solos.
- Consejos para padres con hijos adolescentes
En este momento, el acompañamiento a los niños resulta clave. Se trata de estar para ellos siempre que lo necesiten, pero sin que se note demasiado, ya que querrán mantener su autonomía casi absoluta de cara a los demás. Una vez más, escucharles con paciencia y respetar su intimidad resulta esencial.
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