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El coronavirus ha conseguido poner en jaque a la población mundial. Más allá de ser un reto médico, nos está poniendo a prueba como sociedad y como padres. La histeria frente al sentido común, el egoísmo personal frente al bienestar colectivo, el mensaje apocalíptico y conspirador frente a la confianza y la previsión… Si nos paramos un momento a reflexionar, seremos capaces de darnos cuenta de que el coronavirus nos está dando la oportunidad de ofrecer algunos aprendizajes y valores muy importantes a los niños. Pero nosotros, los padres, también tenemos mucho que aprender y reflexionar de la situación que estamos viviendo.
Aunque parezca lo contrario, hay ciertas lecciones que podemos aprender de la actual situación de pandemia que estamos viviendo con el coronavirus. El pedagogo Andrés París nos ha animado a reflexionar sobre ello. Solo así seremos capaces de extraer algunos aprendizajes que nos harán cuestionarnos a nosotros mismos pero también el tipo de educación y crianza que ofrecemos a los niños. Veamos cuáles son algunas de estas lecciones que podemos aprender del coronavirus.
1. Enseñar qué significa ser responsables
La situación de pandemia que vivimos por la progresión del coronavirus nos exige ser responsables. Y esto significa, dejar de lado algunas de las cosas que nos gustaría hacer (ir al cine, salir de tiendas, pasar el día con los abuelos…) por el bien común. Debemos ser responsables y hacer caso a las recomendaciones de los expertos. Y en caso de que vivamos en una de las regiones en las que recomiendan que nos quedemos en casa, debemos apelar a nuestra responsabilidad y hacer caso. Es el momento de enseñar a los niños qué significa ser responsable.
2. Que los niños aprendan qué supone ser buenos ciudadanos
En relación con el anterior punto, el coronavirus nos da la oportunidad de enseñar a nuestros hijos qué significa ser buenos ciudadanos. Es un buen momento para ofrecerles un aprendizaje que les será muy útil para su presente, pero también para su futuro: aprender a vivir en sociedad.
En una situación como esta, debemos transmitirles que debe prevalecer 'lo que es mejor para todos' frente a 'lo que a mí me apetece hacer'. Y esto es una de las cosas que significa ser buen ciudadano: hacer cosas por nuestra ciudad y ser empáticos con nuestros vecinos (que podrían no tener tan buena salud como nosotros).
3. Generar compromiso con nuestro rol social
La situación que el coronavirus nos está dejando es extraordinaria y, por tanto, debemos reforzar nuestro compromiso. Debemos enseñar a los niños que en este tipo de situaciones nos tenemos que comprometer a buscar el bien de todos. El compromiso es un valor que los niños van a poder extender al resto de las facetas de sus vidas: con sus amigos, con sus futuros empleos, con sus responsabilidades, con sus estudios…
4. Comportarnos con sentido común
Nuestro comportamiento debe ser responsable y eso significa que nos comportamos con sentido común. Esto supone que debemos enseñar a los niños que los comportamientos de histeria colectiva o las falsas creencias que estamos generando no pueden llevarnos al pánico. Sin embargo, actuar con sentido común también es dejar de pensar que el coronavirus es una tontería o algo inventado. Se trata de encontrar una actitud comprometida que ayude a controlar la propagación del coronavirus.
5. Ser más conscientes de la importancia de nuestro ejemplo
¿Cómo vamos a educar los padres en la responsabilidad o el civismo si nosotros mismos no estamos teniendo una conducta responsable y cívica en tiempos del coronavirus? Es momento de ser aún más conscientes de la importancia que tiene nuestro ejemplo para los niños. No podemos olvidar que los padres somos los primeros referentes de los niños y, por tanto, nuestro comportamiento es un modelo de guía.
Por ejemplo, por mucho que les digamos a nuestros hijos que debemos mantenerla calma, si nuestro propio comportamiento no denota tranquilidad y sentido común, no podemos esperar que nos crean y nos hagan caso. Reducir la propagación del coronavirus requiere un ejercicio de sacrificio y responsabilidad, pero también es un ejercicio de ejemplo.
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6. Aprender buenos hábitos de higiene
Por otro lado, el coronavirus también nos da la oportunidad de aprender (y transmitir a nuestros hijos) ciertos hábitos de higiene diaria. Si bien antes ya los sabíamos, parece que la propagación de este virus nos ha hecho recordarlos y volver a ponerlos en práctica. Ejemplos de estos hábitos son el lavado de manos frecuente, estornudar o toser en el codo en lugar de la mano, etc.
7. Asistir de forma responsable a los centros de salud
Dentro del apartado de ser más responsables con lo que la sociedad necesita, no podemos pasar por alto que el coronavirus también nos ha recordado que debemos usar los servicios de urgencias de nuestros hospitales y centros de salud con cabeza. Además, ante el esfuerzo y buen trabajo que están haciendo los profesionales sanitarios, también estamos aprendiendo a valorar su trabajo.
8. Por parte de los centros educativos
Y, por último, no podemos pasar por alto que el coronavirus está aportando una reflexión a nivel global de la que podemos aprender mucho. Por un lado, está dando la oportunidad a algunas empresas de reflexionar sobre medidas para promover la conciliación de sus empleados, en el teletrabajo, etc. También los centros educativos están utilizando esta situación para reflexionar sobre nuevos métodos de educación a distancia y el desarrollo de las herramientas necesarias para ello.
¿Qué otra lección crees que estamos aprendiendo del coronavirus?
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