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Cuando tenemos que estar en casa padres, madres y niños juntos no hay vivienda que esté del todo limpia, aunque justo es en esos momentos cuando más que nunca debería estar en un correcto estado pero ¿cómo? La realidad es que no es necesario pasarse el día entero limpiando o voltear la casa cada tercer día para cumplir con la medidas de higiene necesarias, pero sí prestar especial atención a ciertos puntos como lavado de ropa y/o juguetes o ventilación. Si tienes dudas, aquí te desvelamos cómo debe ser la limpieza de casa con niños.
La clave es no querer hacerlo todo en un solo día. Una opción realista es distribuir la carga de trabajo a lo largo de una semana o dos, en el caso de algunas actividades, y asignar distintos días para lavar ropa, ropa de cama, toallas y trapos, y que todos se involucren en las labores. También puede funcionar dividir y priorizar las tareas de limpieza por bloques: las diarias, las de cada tercer día, las semanales o quincenales.
Ten a la mano una mini-estación de limpieza con toallitas desinfectantes o trapos y solución con alcohol o cloro en un atomizador. Con eso basta para la mayoría de las tareas. Además es importante conocer las superficies con las que más estamos en contacto para hacer un repaso por ellas: manijas de las puertas o alacenas, superficies de cocina, mesas y baños.
Antes de poner manos a la obra, hay que decir que limpiar no es lo mismo que desinfectar. Limpiar remueve el exceso de polvo, grasa e incluso gérmenes de las superficies, mientras que desinfetar implica acabar con estos últimos usando algún tipo de limpiador o químico. Lo recomendable en estos tiempos de cuarentena es primero limpiar y luego desinfectar, sobre todo las superficies que se usan o tocan regularmente de manera cotidiana.
1. ¿Qué es lo mejor para cada cosa?
Para limpiar se puede usar jabón o detergente y agua. Para desinfectar, lo más recomendable es hacerlo con una solución que contenga al menos 70% de alcohol o un poco de cloro diluido en agua. En el caso del cloro, es primordial no mezclarlo con ningún otro tipo de limpiador o líquido, para evitar una reacción peligrosa.
2. ¿Cada cuánto limpiar manijas de puertas, alacenas y apagadores?
Como se trata de superficies que todos tocamos con mucha regularidad, es recomendable limpiarlas y desinfectarlas lo más posible, incluso de manera diaria si es posible. Esto también incluye mesas o superficies de cocina, por ejemplo. Para que resulte menos pesado y se integre a la rutina diaria puede convertirse en la primera o la última actividad de limpieza del día.
3. ¿Y qué hay de los juguetes?
Con los juguetes de los niños, hay que aplicar la misma regla que con manijas y superficies: limpiar con regularidad los más usados o los que están en contacto con el piso o superficies que todos tocan.
4. ¿Cada cuánto lavar la ropa?
Si nadie sale de casa más que para lo esencial, puede lavarse cada que haya una carga completa. Una buena medida es que la ropa que se haya utilizado para salir a la calle sea puesta de inmediato dentro de la lavadora o en un cesto junto a esta. En este caso, es importante no sacudirla.
5. ¿Cada cuánto lavar la ropa de cama o toallas?
La recomendación general es hacerlo con regularidad, pero ¿qué tan regularmente? Puede ser cada semana, por ejemplo. Con detergente y usando la temperatura de agua más caliente posible de acuerdo al material de tus blancos. Si no puedes tenderla al sol, pon el ciclo comopleto de secado.
6. ¿Y las bolsas reutilizables de las compras?
Es necesario lavarlas con agua y jabón después de cada uso, pero hay que tener en cuenta el material del que están hechas. Si son de tela resistente, pueden echarse a la lavadora y conviene añadir un poco de cloro durante el ciclo; en caso de que sean de plástico, se pueden limpiar con toallitas desinfectantes o aplicarles solución de agua con cloro o alcohol y luego con un trapo.
7. ¿Cada cuánto baño a mi mascota?
No más de una vez al mes, para que no se les reseque la piel. Si salen a pasear, aunque sea brevemente, la recomendación es limpiar a la entrada sus gomitas y patitas con agua con jabón neutro y secar.
8. ¿Qué hay acerca de ventilar la casa?
Con la familia en casa todo el tiempo, lo ideal es abrir las ventanas a diario la mayor cantidad de tiempo posible, para que realmente circule el aire fresco. Un espacio poco ventilado es más susceptible a la transmisión de enfermedades y así lo explican de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su informe ventilación natural para el control de infecciones.
9. ¿Y si tengo aire acondicionado?
Si se está en un departamento con pocas ventanas, lo que se puede hacer es ajustar el aire acondicionado. Las investigaciones apuntan a que su uso no representa riesgo alguno siempre y cuando no haya enfermos en casa se trate de un sistema de aire por vivienda.
10. ¿Funciona humedecer el ambiente?
Según información reciente, sí. Lo recomendable en este sentido es mantener la humedad interior entre el 40 y el 60%. Puede ser a través de un humidificador. Esto también ayudará a que las membranas de tude tus ojos nariz y boca estén menos resecas, como tienden a estar cuando pasas mucho tiempo en espacios cerrados.
11. ¿Es conveniente usar purificadores de aire o filtros?
No hay evidencia concluyente de que su uso ayude a prevenir que alguien en casa enferme, pero en caso de que una habitación o espacio no tenga ventanas para ventilarlo naturalmente, puede ser un recurso útil. También en caso de que alguien de la familia esté enfermo o trabaje en el sector salud. La recomendación es que sea un filtro o purificador de alta eficiencia.
Fuentes consultadas: OMS y Unicef.
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