Bebé de trece meses. Desarrollo del bebé mes a mes

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Cuando el bebé llega a los 13 meses, es normal que ya haya dado sus primeros pasitos y eso significa que él ya podrá explorar rincones de la casa que antes no podía. Todo le llama la atención, tanto es así que necesidades como comer y cambiar los pañales no despiertan tanto su interés. ¿Qué más cosas serán nuevas para un bebé de trece meses y qué pueden esperar los padres del desarrollo de su hijo?

En esta etapa, los bebés suelen rechazar los brazos de sus padres y comunicarse con más facilidad con los suyos. Es una etapa en la que el bebé empezará a conquistar más autonomía. Por esta razón, hay que seguir vigilando los pasos del bebé, así como la seguridad en casa: en las ventanas, armarios, puertas, muebles, etc.

También es importante que los padres sigan las recomendaciones del pediatra y que acudan a todas la revisiones que están establecidas para controlar que el crecimiento y desarrollo del bebé es el adecuado. En dichas visitas, se administrarán distintas vacunas, según el calendario de cada lugar.

Es importante que los padres y los cuidadores del niño sean conocedores de que empieza una época de egocentrismo, desde el punto de vista emocional. El bebé se descubre a sí mismo y su mundo es él.

Cuando el bebé llega al 13º mes de vida, su crecimiento suele ser más despacio y eso quizás puede agobiar a los padres porque piensan que ha habido cierto estancamiento. ¡Fuera agobios! Va a influir mucho cómo son los padres (peso y estatura) y el tipo de alimentación del niño (lactancia materna, leche de fórmula, introducción exitosa de los sólidos).

Su peso medio suele ser de 10.000 g y su talla puede llegar a unos 80 cm, pero recordemos que esto es aproximado y que hay que tener en cuenta cómo ha sido el peso al nacer y cómo está siendo su evolución. Si no se llegan a estas cifras, pero la tendencia es que suba de peso y crezca, ¡todo estará normal!

A partir del año de vida, los bebés suelen adelgazar un poquito, ya que se mueve mucho más que en los demás meses. Es un gran explorador y, aunque no ande por sí solo, estará gateando o haciendo intentos de levantarse y sentarse.

Cuando llegan a los 13 meses de vida, los bebés, además de poder mover y controlar de una mejor manera a sus piernas (algunos pueden andar por sí solos y, en cambio, hay otros a los que todavía les cuesta mantenerse ellos solos y piden el 'dedo' de papá y mamá).

También van desarrollando otras habilidades con sus manos. Suelen agarrar, tirar y manipular objetos, incluso la cuchara, los lápices y ya pueden hacer garabatos más definidos y con sentido, ¡prueba a dejarles una pintura y verás todo lo que puede hacer! Todavía falta mucho para que él sujete bien los objetos y los controlen, pero poco a poco, dependiendo del interés que tenga y de sus capacidades, el bebé avanza menos o más en su equilibrio.

A los trece meses de vida, la postura del cuerpo y los movimientos del bebé son más controlados, aunque no del todo estables. El bebé empieza a experimentar más fuerzas en sus piernas, lo que le ayuda a mantenerse cada vez más de pie, aunque sea sosteniéndose en los muebles o en las manos de sus padres. Ya queda poco para que salga corriendo a tu encuentro cuando llegues de trabajar.

En esta etapa, su carita suele quedar más alongada y seguramente tendrá mucho más pelo. ¡Quizás es el momento de cortarle el flequillo en casa o de llevarle a la peluquería! Las manitas no paran de querer agarrar y tirar de las cosas que llaman su atención y puede que tus vecinos de abajo se quejen un poco, je, je, je.

Entre sus logros más inmediatos está que algunos bebés ya podrán agarrar el biberón solitos y beber agua, por ejemplo. Si notas que le cuesta o que no señala con el dedo las cosas, deberíamos consultárselo a tu pediatra en la próxima revisión.

Por lo general, los bebés de trece meses empiezan a comer menos. En esta etapa, el índice de crecimiento será más lento y el bebé empezará a perder grasa, pero a priori no hay que preocuparse. El pequeño ya sabrá lo que le gusta y lo que no para comer, aunque también no le retires de su dieta un plato porque lo haya rechazado a la primera. ¡Les cuesta adaptarse a los nuevos sabores y se aconseja ofrecérselo al menos cinco veces para saber que no es de su agrado!

Su dieta en esta etapa será a base de frutas, de carnes, leche y sus derivados (medio litro al día y siempre entera porque contiene más grasas necesario para su desarrollo) más legumbres, cereales, y el azúcar y la sal debe seguir alejado de él. Deberás de tener cuidado a la hora de introducir alimentos nuevos para controlar posibles alergias o reaccione a ciertos alimentos. Aparte de eso, el bebé tendrá días que comerá más y otros menos, ¡se empezará a parecer a un adulto!

Si sigues con la lactancia materna, ¡felicidades! Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) se recomienda alargarla hasta los dos años de vida del bebé porque tiene muchos beneficios, ya que le proporcionas anticuerpos que los protegen y fortalecen su sistema inmune y un amplio rango de micronutrientes (vitaminas y minerales).

La mayoría de los bebés a los trece meses de vida sabrá decir 'papá' y 'mamá', aparte de otras palabras relacionadas con el lugar donde viven, con los juguetes con los que juegan, con partes de su cuerpo y, también, palabras relacionadas con los alimentos que coman.

Por todo ello es importante que aproveches estos momentos para estimular el lenguaje de tu retoño porque 'la adquisición del lenguaje surge a través del uso activo en contextos de interacción que los progenitores deben favorecer', según el informe 'Desarrollo del lenguaje y de la comunicación', a cargo de Dolores Navas Pérez, del servicio de atención psicológica de la Universidad de Málaga.

Su vocabulario es aún limitado, pero en este segundo año de vida y gracias a su curiosidad, el bebé va conociendo más y más palabras, relacionándolas con los objetos y personas de su entorno. El bebé ya sabrá pedir algunas cosas, apuntando o hablando. Lo cierto es que él se hará entender cuando le surja alguna necesidad, aunque sea solo para llamar la atención, y ya no lo hará únicamente con el llanto, más propio de otros periodos.

A los trece meses de vida, el bebé empezará a desarrollar nuevas habilidades. Los juegos interactivos despertarán más su interés. Se puede empezar a estimular el interés del bebé por los libros, contando un cuento en el momento del baño, cuando se le está cambiando el pañal o mientras se da el paseo en la silla de coche. Hay libros que ofrecen experiencias como probar distintas texturas de telas, de pelos e, incluso, diferentes olores.

En esta etapa a los bebés les encantará ver qué ocurre cuando metes el dedo en un agujero, qué hay por detrás de una página, qué ruido escuchará cuando apriete algún objeto. ¡Les divierte y le entretiene mucho! En resumo, el bebé no tendrá motivos para aburrirse. Si no sabes qué tipos de juegos son los más recomendados para su edad, ¡aquí te hacemos una lista!

- Actividades relacionadas con las pelotas
Tú te pones en un lado del pasillo, tu pequeño en el otro y jugáis a pasarla. ¡Será muy entretenido!

- Ideas con los tupper de la casa
A falta de tener juguetes que se puedan apilar, puedes coger distintos envases de diferentes tamaños que tengas por casa y, a modo de muñeca rusa, que los vaya metiendo.

- Propuestas con espejos para estimular al niño de trece meses
Seguramente por casa tenéis más de un espejo. Coge a tu hijo y ponle delante: el momento de descubrir su cara es increíble. ¡Te pedirá todo el rato estar frente al mismo!

- Construye tu propia botella sensorial
Coge una botella pequeña de agua que esté vacía, introduce en ella lentejas, judías o garbanzos y deja que tu hijo juegue con ella y descubra el sonido que sale de ella al agitarla.