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La sorpresa es una de las emociones básicas que los seres humanos experimentamos ante un suceso; tiene que ver con el impacto o el asombro ante el descubrimiento de algo que consideramos raro, inesperado o que nos estaba oculto. La sorpresa entonces puede ser agradable, desagradable o depender del contexto en que la experimentemos. Nosotros nos enfocaremos en las sorpresas positivas, esas que van de la mano con nuestra capacidad de asombro, de encontrar lo extraordinario en lo ordinario. Y te vamos a proponer una técnica para sorprender y hacer felices a los niños. ¡Empieza la misión sorpresa!
Quienes tenemos la fortuna de ser padres, sabemos que una de las experiencias más satisfactorias de tener hijos, es experimentar junto a ellos su capacidad de asombro y sus gestos de sorpresa cuando descubren algo por primera vez.
Desafortunadamente en una época en la que los estímulos vienen de todos lados y la tecnología parece abarcarlo todo, esta etapa dura poco. Nosotros nos perdemos en buscar las mejores apps para la tableta que a veces los niños empiezan usar a los dos años, los mejores programas educativos, las escuelas de mayor prestigio y los juguetes de vanguardia...
Y muchas veces nos olvidamos de lo esencial: de enseñarles a asombrarse de las cosas sencillas, de experimentar sorpresa por cosas que no cuestan nada, y que están ahí esperando ser descubiertas, de valorar momentos, de desarrollar su increíble capacidad de imaginar y encontrar siempre motivos para sonreír.
Hoy en día son cada vez más los niños a los que parece que nada les impresiona, que nada les sorprende que parece que ya lo han visto todo a través de sus pantallas personales y que muchas veces se pierden experiencias nuevas y reales por vivirlas 'virtualmente'. Y es que, los aprendizajes más significativos vienen de la sorpresa, del asombro, de que logren encontrar aquello que les mueve, que llama su atención, que los lleva a investigar, a descubrir, a saber más...
A continuación, una serie de recomendaciones para ayudar a nuestros hijos a experimentar sorpresa y aumentar su capacidad de asombro cada día:
- Sorprenderlos
Por supuesto que una de las formas más efectivas de enseñarles a apreciar los detalles y asombrarse diariamente es dejándoles pequeñas sorpresas que les hagan felices. Por ejemplo: Una notita en su lunch, un chocolate en un lugar inesperado, despertarlo con su canción favorita, una roca pintada que se vuelva su amuleto de la suerte, etc.
- Organizar actividades al aire libre y en contacto con la naturaleza
Cualquier paseo a cielo abierto ofrece infinitas posibilidades para sorprenderlos y asombrarlos.
- Enseñarles a sorprender positivamente a los demás
Planear con ellos sorpresas y detalles sencillos para alegrar a sus hermanos, sus amigos, su maestra, el conserje del edificio, etc. Todo ello les ayudará a experimentar asombro a través de los ojos de los demás y a desarrollar valores como empatía, gratitud y generosidad.
- Ayudarles a encontrar lo inesperado
Una vez que su capacidad de asombro disminuye por las pequeñas cosas, ayúdales tú a descubrir el encanto de encontrar un hormiguero, de ser cómplices en proteger un nido, de encontrar formas a las nubes, de saber cómo funciona la maravillosa maquinaria que es su cuerpo, de cómo suena la lluvia y mil cosas más y después llévalos al siguiente nivel acompañándolos a investigar más.
- Fomenta el juego con elementos diferentes
Si desde pequeños les ayudamos a crear escenarios mágicos y divertirse con cosas sencillas y cotidianas, será más fácil para ellos encontrar muchos motivos de sorpresa y diversión.
Además de estas ideas, te proponemos la siguiente estrategia diaria para ayudar a tu hijo (y a ti) a sorprenderse diariamente y aumentar sus momentos felices en el día.
Se llama Misión Sorpresa, básicamente consiste en proponerle a tu hijo un cambio en la rutina diaria (una manera diferente de hacer algo común) que le sorprenda, le haga reír y le brindé la oportunidad de ampliar sus perspectivas sobre cosas simples. Tu o él pueden sugerir ideas, pero 'el reto es que todos los días hagan algo nuevo o algo de forma distinta a lo habitual'.
Las opciones son ilimitadas, aquí te presentamos algunas ideas:
1. Despertar en la mañana de formas diferentes: con canciones, con cosquillas, con una función de títeres, etc.
2. Lavarse los dientes o comer con la mano no dominante.
3. Probar un alimento que nunca haya comido con los ojos vendados.
4. Buscar rutas distintas para llegar al colegio o a la casa.
5. Pedirle que en el recreo platique con algún compañero de su clase con quien casi nunca haya estado y te cuente por la noche qué descubrió de él.
6. Darse el último minuto del regaderazo con agua fría.
7. Encontrar en su día 5 cosas que le sorprendan a cada uno y platicárselas por la noche.
8. En el supermercado, jugar a echar al carrito todas aquellas cosas que les gustaría comprar (aunque haya que dejarlas después).
9. Mezclar pares de zapatos distintos e irse así al colegio.
10. Que cada miembro de la familia deba aprender una cosa nueva en el día y compartirla a la hora de la cena.
11. Hacer un buzón familiar (puede ser con una caja de zapatos o un frasco) donde cada miembro de la familia pueda dejar cartas o regalos sorpresa para los demás.
12. Disfrazarse todos con cosas que encuentren para comer o cenar.
13. Hacer un rally para encontrar dulces.
Ten por seguro que nunca se agotarán las ideas... ¡Empieza hoy y prepárate para sorprenderte!
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