Lactancia materna

4 claves de un buen agarre del bebé al pecho en la lactancia materna

4 claves de un buen agarre del bebé al pecho en la lactancia materna

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Lograr un buen agarre del bebé al pecho, esa es una de las claves más importantes para que la lactancia materna sea satisfactoria para el niño y para la madre. Por eso, resulta un acierto ir informándose sobre cómo lograrlo incluso desde antes de que nazca tu hijo o hija. Para ayudarte a saberlo todo sobre cómo lograr que el bebé tenga una buena posición y succione correctamente del pezón, hemos hablado con Pilar Martínez, consultora en lactancia materna.

'Cuando el agarre está bien, generalmente todo está bien', nos explica Pilar. Es por este motivo que, cuando una mujer llega a la consulta de una asesora en lactancia con algún problema, lo primero que esta observa y analiza es cómo se engancha el bebé al pezón.

Entonces, ¿cómo debe ser la posición de la boca del bebé y del pezón para que la lactancia materna sea exitosa?

1. Colócate en una posición cómoda. Vas a pasar mucho tiempo amamantando a tu bebé, por lo que es importante que encuentras una o varias posturas en las que tú estés cómoda. En caso contrario, tu espalda podría acabar resintiéndose. Por lo tanto, no importa si prefieres amamantar en la posición de cuna, tumbada, de caballito o de rugby. Lo importante es que estés cómoda que tu bebé se agarre bien.

2. Cuando ya estés cómoda, coge a tu bebé y acércalo a ti (en lugar de acercarte tú a él). Esto es importante porque en caso contrario también podrías acabar con molestias en la espalda.

3. Para que haya un buen agarre, el niño tiene que abrir bien la boca, de forma que no solo coja el pezón, sino también parte de la areola. Para ayudarte a tener una posición correcta, puedes poner la punta del pezón a la altura de la nariz del niño, mientras mantienes su mentón apoyado en el pecho. La idea es que el pezón quede dirigido hacia el paladar blando. La nariz y la barbilla del bebé pueden estar pegados al pecho.

Como señala las Recomendaciones sobre lactancia materna del Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría, las señales que indican que el agarre es bueno son: el mentón del bebé toca el pecho, que la boca está bien abierta, que el labio de abajo está hacia afuera (o evertido), que las mejillas se redondean o permanecen planas (pero nunca hundidas) al succionar y que se ve más areola o encima de la boca del bebé que por debajo.

4. En cuanto a la postura que tiene el cuerpo del bebé, debes mantener el eje de la oreja, hombro y cadera del niño. Estos deben estar alineados y hacia la madre. Una postura a evitar sería, por ejemplo, que el bebé permanezca tumbado hacia arriba con la cabeza girada hacia el pecho.

Al principio, no es tan sencillo que el bebé se agarre correctamente al pecho. No podemos esperar que lo haga bien a la primera. Sin embargo, sí que es importante rectificar la posición tantas veces como sea necesario hasta que el agarre sea como el descrito anteriormente.

Si notas que no se cumplen los signos que denotan un buen agarre, es necesario retirar al bebé del pecho para que se vuelva a enganchar. Para ello, podemos introducir con cuidado el dedo meñique (¡que tiene que estar bien limpio!) en la boca del pequeño para que se rompa el vacío que se crea cuando está succionando.

Una vez que se haya soltado, volveremos a intentar que se agarre, pero correctamente. No debemos permitir que el niño siga con la toma si se ha enganchado mal al pecho, pues podría causarnos algunas lesiones. Al principio, es necesario comprobar siempre que el niño esté bien colocado; pero con el tiempo, el niño y la madre irán cogiendo el truco y será un proceso casi automático.

Cuando el agarre del bebé es correcto, la lactancia materna no tiene por qué doler. Sin embargo, cuando no conseguimos que el bebé se amamante según las recomendaciones anteriores, pueden producirse las siguientes consecuencias.

- Grietas
Las grietas un pequeño traumatismo en el pezón causado a menudo por un mal agarre. Resultan muy dolorosas, por lo que es recomendable que sea un profesional quien siga su evolución y nos aconsejen la mejor forma de prevenirlas y tratarlas.

- Mastitis
Un mal agarre también puede llegar a provocar una mastitis, que suele manifestarse como dolor y enrojecimiento en alguna parte del pecho. A veces, puede haber fiebre. También es necesario recibir tratamiento y asesoramiento por parte de un experto en lactancia.

- Obstrucciones
Pueden producirse obstrucciones en los conductos de la leche materna, lo que también resulta doloroso.

- El bebé se frustra
En ocasiones, se puede producir que debido al agarre el bebé se frustra y pone nervioso al no recibir la leche materna que espera. Incluso, se puede traducir en que no coge el peso que necesita.

Además de informarse sobre cómo lograr un buen agarre del bebé al pecho, son muchas las mamás que se preguntan qué pueden hacer durante el embarazo para ir preparando los pezones para dar el pecho. Y es que han oído hablar sobre las terribles (y dolorosas) grietas que pueden producirse al amamantar y buscar con ansia algo que las prevenga.

Pues bien, tal y como señala Pilar, no hay que preparar los pezones durante el embarazo. Esto significa que no hay que comprar cremas o pomadas específicas ni aplicar ningún tipo de remedio casero para que la piel de la zona no llegue a sufrir lesiones. Ni siquiera es necesario sacarse el pezón en caso de que sea plano o invertido.

El cuerpo de la mujer es sabio y está completamente preparado para empezar con la lactancia materna cuando se da a luz.

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